Esta escultura única de cerámica representa un torso humano masculino hasta el pecho, modelado con exageración anatómica y una intensidad expresiva que evoca tanto fuerza como vulnerabilidad. Realizada con la técnica japonesa deRaku, cada pieza es irrepetible, ya que el fuego y el humo interactúan de forma impredecible con los esmaltes, generando una superficie rica en matices metálicos, azules ligeros, blancos y marrones y reflejos iridiscentes.
La parte frontal exhibe el detalle muscular del abdomen y el pecho, mientras que la vista trasera revela una curvatura escultórica que resalta la sensualidad del cuerpo. La textura y el acabado quemado ofrecen un contraste entre lo primitivo y lo contemporáneo.
Ideal para coleccionistas, espacios artísticos o interiores con carácter, esta obra está montada sobre una base sólida de madera negra que realza su presencia escultórica.
